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El 'baile de máscaras' de la apertura del Año Judicial: tensiones y ausencias en un clima marcado por la incertidumbre

todaySeptember 5, 2025 7

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Ha llegado el día. El solemne acto de apertura del Año Judicial volverá a tener lugar en el Palacio de Justicia este viernes 5 de septiembre. Las tensiones y reproches de las últimas semanas han perfilado un escenario en el que este acto será el epicentro de un debate que enfrenta a jueces, Gobierno y oposición en un contexto de crispación inusual. El rey Felipe VI volverá a presidir la ceremonia en la que las miradas estarán centrados en una protagonista: Isabel Perelló, presidenta del Tribunal Supremo —que tiene como sede el lugar del acontecimiento— y primera mujer en presidir el órgano de gobierno de los jueces. Su discurso, desconocido por el momento, tendrá el peso de las miradas de los presentes que esperan algunas referencias al debate que enfrenta a todos los poderes, entremezclados con un clima de tensión creciente.

En el centro del salón de este ‘baile de máscaras’, donde los invitados tratarán de ocultar sus rechazos e impulsos, se encuentra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Se trata de la primera ocasión en la que la máxima figura de la Fiscalía se encuentra tan cerca del banquillo de los acusados: procesado por presuntas filtraciones de las conversaciones que fueron publicadas por los medios de comunicación en 2024 de Alberto González Amador —pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso— y que en la actualidad no se han demostrado los hechos. Esta circunstancia ha provocado un terremoto en los órganos judiciales, muchos de los cuales han solicitado que no asista García Ortiz a la apertura del Año Judicial y el Partido Popular pide de forma recurrente su dimisión porque, en palabras de Alberto Núñez Feijóo, “quien se sienta en el banquillo de los acusados no puede perseguir delitos” y considera su presencia como “una provocación”.

“Sentar junto a S.M. el Rey y ante el Poder Judicial a una persona contra la que se ha acordado la incoación de un procedimiento abreviado en virtud de resolución firme y cuando, con toda probabilidad, se abrirá juicio oral, es un hecho insólito, que constituye un acto de desprecio a los principios básicos del Estado de derecho y al propio jefe del Estado, mina la credibilidad de la Justicia y afecta a todos los jueces, magistrados y fiscales que cada día desempeñamos nuestra función desde la absoluta independencia y con escrupuloso respeto al principio de legalidad”, han escrito en un documento numerosas asociaciones de fiscales que piden que García Ortiz se abstenga de la ceremonia. No sólo ellos, los vocales conservadores del Consejo General del Poder Judicial también se han posicionado en el mismo sentido asegurando que “la consecuencia (de su presencia) es una innecesaria tensión para la Fiscalía General del Estado, para el Poder Judicial y, en última instancia, para el propio Jefe del Estado, que preside el acto”.

Desde el Ejecutivo mantienen su “confianza plena” en el fiscal general del Estado. “Respaldamos la posición del fiscal, creemos en su inocencia y cuenta con el aval del Gobierno de España”, afirmaba Pedro Sánchez después de que se confirmara el procesamiento de García Ortiz. El presidente del Gobierno también ha estado en el foco de las críticas del aparato judicial después de las declaraciones que ofreció en la entrevista en Televisión Española el pasado lunes y en medio británico The Guardian el miércoles en las que aseguraba que “en España hay jueces y fiscales que no hacen bien su trabajo. Hacen política”. Tras ello, la presidenta de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), María Jesús del Barco, lamentó que “Pedro Sánchez no conozca el respeto al Poder Judicial que es básico en un Estado de derecho”, lo que volvió a sembrar tensión de cara a la ceremonia que tendrá lugar este viernes en el Palacio de Justicia. 

El resultado de aquellas declaraciones no sólo fue que levantara ampollas en la judicatura española, sino también en el principal partido de la oposición y, concretamente, en su líder, Alberto Núñez Feijóo. “Sánchez ha ido a la televisión pública a descalificar a jueces que investigan a los suyos y a contarnos que podría seguir sin aprobar presupuestos por tercera vez porque es mucho mejor que convocar elecciones”, aseguraba en las redes sociales poco después de concluir la entrevista de Pepa Bueno al líder del Ejecutivo y que más tarde emitiría un apoyo a las cuatro asociaciones de jueces afirmando que “es una situación inédita como inédita es la irresponsabilidad de Sánchez”. En la misma línea, el secretario general del Partido Popular, Miguel Tellado, calificaba las palabras de Sánchez contra algunos jueces como “un mensaje bolivariano e inaceptable que denigra nuestra democracia”. 

El miércoles, después de que The Guardian publicara la entrevista con Pedro Sánchez, el Partido Popular anunció que Feijóo no acudiría a la apertura del Año Judicial por “un compromiso previo” en un mitin del partido que tratará sobre la inauguración del curso político de la Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso. “Someter al Rey a que presencie este choque institucional sin precedente es un error que no avalaré con mi presencia”, aseguraba el líder del PP en un mensaje temprano el miércoles en X para justificar su ausencia. “Quien mancha la apertura del año judicial es Sánchez atacando a jueces y un fiscal general procesado que se empeña en intervenir ante el Supremo que le investiga”, recalcaba Feijóo. Miembros del Gobierno han reprochado la actitud del líder de la oposición como el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños: “Este plante del señor Feijóo en la apertura del año judicial es una grave desconsideración al Rey, al Tribunal Supremo, al fiscal General del Estado, al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y a la carrera judicial y fiscal al completo”.

Entre los dardos de jueces y partidos políticos se encuentra Isabel Perelló, presidenta del Tribunal Supremo y en quien a priori debería ostentar el protagonismo de la jornada. No obstante, el clima hostil entre todos los órganos ha sembrado la incertidumbre en la forma de proceder de la magistrada en su discurso, uno de los puntos clave de la orden del día y en el que reposa las dudas acerca de cómo estará dirigido. Con ello y como adelantó Pablo Montesinos para El HuffPost, algunos jueces instan a la presidenta con que amoneste públicamente a Pedro Sánchez, mientras que otros rechazan un choque de trenes. Desde el entorno de Perelló aseguran a este periódico que está consultando a los vocales del Poder Judicial y que su discurso estará en el marco de la normalidad institucional. 

Ante toda esta situación y como espectador se encuentra Felipe VI que vuelve a presenciar una guerra fría entre los principales poderes del Estado en los que su nombre es utilizado en alegatos a favor y en contra de la presencia o ausencia de ella de unos y otros. Se trata de la undécima ocasión en la que el monarca presidirá el acto de la apertura del Año Judicial. La primera fue el 10 de septiembre de 2014 cogiendo el relevo de su padre, Juan Carlos I, quien lo hizo cada año desde 1983 a excepción de 2011 que se ausentó por una lesión en el talón de Aquiles. 

El acto en la sede del Tribunal Supremo no sólo concentra todas las tensiones actuales de jueces, fiscales, Gobierno y oposición, sino que también marcará el pistoletazo de salida de uno de los cursos en los que más juicios abiertos se acumularán con el paso de las semanas. No sólo los casos de corrupción asociados a Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García que protagonizaron la actualidad política antes de que llegara el verano, también están pendientes de juicio hasta 30 escándalos del Partido Popular entre los que se encuentran el amaño de adjudicaciones públicas, cobro de sobornos, planes urbanísticos ilegales, tráfico de influencias, financiación irregular, incluso omisión de socorro y homicidios imprudentes; o el uso de fondos reservados para operaciones parapoliciales que afectan a diferentes cargos y gobiernos del Partido Popular. 

En definitiva, el ‘baile de máscaras’ se traducirá en la antesala de un baile ceremonial mucho más elevado en el que tanto la Justicia como la política se encontrarán constantemente con decisiones que marcarán el curso político. 

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Esta nota fue proporcionada por una fuente externa a La Campesina. Debido a que no fue escrita por nuestros empleados ni nuestros afiliados, no garantizamos su veracidad ni exactitud. Recomendamos que cada persona realize su propia investigación para verificar el contenido de esta nota.

Written by: Huffington Post

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