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Dos atentados en un día sacuden Colombia, con 13 muertos y más de cuarenta heridos

todayAugust 22, 2025 2

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El humo aún cubría una de las avenidas que atraviesan el barrio de Salomia, en el norte de Cali (la tercera ciudad más poblada de Colombia) cuando los bomberos y los sanitarios se esforzaban en estabilizar, sobre el asfalto, a las decenas de heridos que había causado la explosión de un camión bomba frente a la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez. A pocos metros, mientras algunos vecinos improvisaban camillas con puertas y tablones, otros observaban, todavía en shock, cómo la fachada de un supermercado cercano había quedado reducida a escombros. El atentado ha dejado cinco muertos y 36 heridos.

Horas antes, a más de 400 kilómetros, en las montañas del nordeste de Antioquia, un dron (supuestamente) derribaba un helicóptero de la Policía colombiana que participaba en una operación contra el narcotráfico y al erradicación de las plantaciones de cocaína. Ocho agentes han muerto y otros tantos heridos. Los dos ataques coordinados, ocurridos con pocas horas de diferencia, han sacudido estas dos regiones con casi veinte fallecidos y más de sesenta heridos, mientras se han activado las alarmas en el país al producirse en dos zonas donde aún operan disidencias de las FARC, ELN y otras bandas herederas del paramilitarismo. 

El atentado de Cali, como demuestran los vídeos que han empezado a circular en redes sociales tras la explosión del camión bomba, ha transformado la concurrida avenida del barrio de clase media de Salomia en un auténtico escenario de guerra: con transeúntes cubiertos en sangre, tendidos en mitad de la calzada, entre el amasijo de hierros en que han quedado convertidos varios vehículos. Todo, mientras desde la Alcaldía se ofrecía una recompensa de hasta 400 millones de pesos (unos 100.000 euros) para los que aporten la información necesaria para identificar y localizar a los responsables del ataque.

 

Una mujer, atendida tras el atentado por el personal médicoErnesto Guzmán

El presidente Gustavo Petro ha atribuido el atentado a una “reacción terrorista” del Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las FARC, en respuesta a la ofensiva militar que se desarrolla en el Cañón del Micay, en el vecino departamento del Cauca. “He hablado con el comandante de la Policía Metropolitana de Cali para asegurar todas las entradas a la ciudad de manera inmediata. Vamos a restringir el tránsito de camiones de más de cuatro toneladas desde hoy a las siete de la tarde hasta las cuatro de la madrugada de mañana viernes”, anunció por su parte el alcalde Alejandro Eder, que ha intentado transmitir calma a una población conmocionada por la brutalidad de la explosión.

Mientras tanto, en el ministerio del Interior, Armando Benedetti ha convocado una reunión de urgencia “para diseñar e implementar estrategias contundentes que desmantelen estas redes criminales”. El alto cargo ha hecho un llamamiento a la unidad: “Convoco a toda la ciudadanía a unirse en esta lucha, porque juntos, con firmeza y resolución, protegeremos nuestra paz y construiremos un futuro sin temor”.

Horas antes, en las montañas del nordeste de Antioquia, un dron había derribado un helicóptero de la Policía que participaba en una operación contra el narcotráfico y la erradicación de las plantaciones de coca. Ocho agentes murieron y otros tantos resultaron heridos. Petro señaló directamente al frente 36 del EMC, mientras que el ministro de Defensa apuntó al Clan del Golfo, “que no es otra cosa que un cartel de narcotráfico y terror. Como tal será enfrentado con toda la contundencia del Estado”, aseguró.

La violencia ha golpeado de lleno a dos regiones que ya conocen de sobra el peso de la guerra: en junio pasado, una ola de atentados sacudió los departamentos del Valle del Cauca y el Cauca, con 19 ataques en apenas unos días que dejaron ocho muertos y más de 40 heridos. Lo ocurrido este jueves supera en cuestión de horas aquel balance de víctimas y confirma la magnitud de la amenaza que representan las disidencias de las FARC, el ELN y las bandas herederas del paramilitarismo en un país que no consigue dejar atrás la espiral de violencia.

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Esta nota fue proporcionada por una fuente externa a La Campesina. Debido a que no fue escrita por nuestros empleados ni nuestros afiliados, no garantizamos su veracidad ni exactitud. Recomendamos que cada persona realize su propia investigación para verificar el contenido de esta nota.

Written by: Huffington Post

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