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Arranca el plan para crear la nueva cortina de hierro de Europa: 48 km con campos minados, trampas y medidas antitanque

todayAugust 22, 2025 5

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Lituania ha dado el primer paso para levantar lo que sus autoridades describen como una nueva cortina de hierro en el este de Europa. El Gobierno de Vilna ha confirmado el inicio de un plan que prevé excavar una franja de 48 kilómetros de defensas en su frontera con Rusia y Bielorrusia, que incluirá campos minados, trampas antitanque, zanjas y puentes preparados para volar en caso de invasión. Según adelantó el diario Daily Mail, se trata de la primera fase de un cinturón defensivo diseñado junto con Estonia, Letonia y Polonia, con el objetivo de frenar cualquier avance de Moscú desde Kaliningrado o Bielorrusia.

La llamada línea báltica de defensa lleva gestándose desde comienzos de 2024 y, cuando esté terminada, sumará más de 1.500 kilómetros de obstáculos militares a lo largo de todo el flanco oriental de la OTAN. Cada país ha diseñado sus propios tramos, que se combinan con las alambradas y vallas fronterizas instaladas tras el estallido de la guerra en Ucrania. Polonia, por ejemplo, ha incorporado ya minas a su Escudo del Este. En conjunto, los Gobiernos esperan financiación comunitaria para sufragar unos trabajos que avanzan a contrarreloj ante las advertencias de los servicios de inteligencia sobre un posible ataque ruso antes de 2029.

El plan lituano contempla tres capas sucesivas de defensas. La primera arranca en la valla fronteriza con un foso antitanque, seguido de un terraplén, bloques piramidales de hormigón conocidos como dientes de dragón y campos de minas. A continuación, se dispondrán fortificaciones para infantería y, más atrás, un segundo y un tercer cinturón de posiciones defensivas. El proyecto también prevé talar franjas de bosque en los accesos a las principales ciudades para obstaculizar el avance de blindados.

Vilna refuerza su ejército

Lituania ha incrementado su presupuesto militar hasta el 5,5% del PIB, uno de los porcentajes más altos de la Alianza Atlántica. Actualmente dispone de 23.000 militares profesionales y unos 104.000 reservistas. En paralelo, ha invertido en 85.000 minas antitanque, proyectiles de artillería de 155 milímetros y 44 carros de combate Leopard 2A8 adquiridos a Alemania. También ha comprado misiles anticarro Spike de fabricación israelí por un valor de seis millones de euros.

Las maniobras militares conjuntas en el Báltico, como el ejercicio Brave Griffin en el corredor de Suwalki, han puesto de relieve la vulnerabilidad de este paso fronterizo que conecta Polonia con los tres países bálticos y que la OTAN considera un punto crítico. Una ocupación rusa de ese estrecho corredor aislaría a Estonia, Letonia y Lituania del resto de la Alianza.

Los mandos militares europeos han elevado el tono de sus advertencias. El jefe del Estado Mayor alemán, Carsten Breuer, alertó en junio de que Rusia representa “una amenaza muy seria” para la OTAN y que los países bálticos se encuentran “realmente expuestos”. Berlín calcula que Moscú podría estar en disposición de lanzar una ofensiva contra territorio aliado en menos de cuatro años, tras multiplicar su producción de tanques y proyectiles en los últimos meses.

Las agencias de inteligencia de Letonia y Dinamarca han llegado a conclusiones similares: si la guerra de Ucrania quedara congelada en las líneas actuales, el Kremlin reforzaría su despliegue en la frontera noreste de la Alianza, incrementando el riesgo de un ataque directo.

En ese contexto, el anuncio de Vilna se produce mientras Rusia intensifica los bombardeos sobre Ucrania. Solo esta semana, una oleada de drones y misiles ha golpeado infraestructuras energéticas en Odesa, Sumy y Poltava, dejando al menos 14 heridos, entre ellos tres niños. La primera ministra ucrania, Yulia Svyrydenko, denunció en la red X que Moscú “sigue manifestando sus miedos con actos de puro terrorismo, atacando una vez más los hogares de familias y de sus hijos mientras duermen”.

El despliegue báltico refleja cómo la guerra en Ucrania ha desencadenado una carrera armamentística de nuevo cuño en Europa del Este. Lituania y sus vecinos aceleran la construcción de fortificaciones, mientras Alemania anuncia programas de rearme por más de 350.000 millones de euros. Frente a ellos, Moscú multiplica su producción de blindados y proyectiles, una dinámica que devuelve al continente a una lógica de bloques que se creía enterrada desde la Guerra Fría.

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Esta nota fue proporcionada por una fuente externa a La Campesina. Debido a que no fue escrita por nuestros empleados ni nuestros afiliados, no garantizamos su veracidad ni exactitud. Recomendamos que cada persona realize su propia investigación para verificar el contenido de esta nota.

Written by: Huffington Post

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