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Soleá Morente: "Los artistas que no se posicionan y cuyo mensaje o música no reflejan la sociedad no me interesan"

todaySeptember 20, 2025 1

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Como sonidos galácticos se han definido en muchas ocasiones la música y la trayectoria de Guille Milkyway con La Casa Azul, que ha acompañado su estética y su puesta en escena. Por lo que no es de sorprender que su trabajo como productor, unido a las constelaciones del cielo de Granada, la filosofía de Lorca, presente en muchas canciones de Soleá Morente, y un gran astro, como su nombre indica, Sirio B sea el disco más cósmico de la mediana de los Morente.

La granadina publica este viernes este nuevo trabajo, que la sitúa en una etapa de la artista muy distinta a la de Lo que te falta y ese Cariño que en tantas casas se bailó durante el confinamiento. En este nuevo trabajo, Morente explora, junto a Milkyway, desde las referencias más espirituales y religiosas de los cantos del Sacromonte de Gitana María mezclados con toques electrónicos y de rave, la belleza minimalista de Azalea, el sorprendente rap y drill de Soleá del mar o el misticismo de Mercurio y seda, donde resucita la voz de su padre Enrique Morente y ese mítico Omega.

Para ella, aunque entiende que se llame a Madrid capital del flamenco, ya que es “el centro de nuestro país y que por aquí hay que pasar”, no puede evitar admitir que Granada tiene algo especial. “Toda esa mezcla cultural sigue muy patente y se refleja en los artistas que quedan esa tierra”, explica.

En un patio que no es precisamente granadino ni cuenta con esa cerámica tan característica de los patios andaluces, Morente atiende a El HuffPost en un momento que califica de “madurez” frente a otras etapas en las que, precisamente las críticas o las trabas que le han puesto por su apellido, la han condicionado más.

“Quizá la gente se cree que lo tengo más fácil por ser hija de Enrique y hermana de Estrella, pero no es así. De hecho, se ha utilizado eso mucho para apartarme y decir  ‘ah, como tú eres hija de Enrique Morente, te vas a esperar’, entonces te vamos a putear”, asegura.

“Lo que me interesa realmente es si mi obra le está sirviendo a alguien y sobre todo poder expresarme, poder contar lo que me pasa y poder denunciar de alguna manera las injusticias que veo en la sociedad en la que estoy viviendo”, señala y, precisamente, ve fundamental el posicionarse políticamente.

La artista, que firmó el pasado mes de julio un manifiesto a favor del gobierno de Pedro Sánchez, y que ha dado voz en varios actos a las víctimas del franquismo en la Guerra Civil, asegura: “Los artistas que no se posicionan y cuyo mensaje o música carecen del reflejo de la sociedad de su tiempo no me interesan”. 

Sin pelos en la lengua, Morente asegura que vienen “tiempos opresores” para los que va a ser más necesario que nunca el “cultivo del espíritu” y una cultura potente y —por qué no, alegre no necesariamente triste— pero que “si está carente de mensaje también carece de importancia a la hora de adquirirlo”.

El sonido de Sirio B, como su nombre indica, está entre lo cósmico de la electrónica y el flamenco, ¿cómo fue ese acercamiento de sonidos entre Guille Milkyway y tú?

La colaboración surge porque yo he sido muy admiradora de La Casa Azul desde que era jovencita y siempre he escuchado sus canciones. En concreto, me marcó mucho la rumba Yo también, que además formó parte de la banda sonora de la peli del mismo nombre, que ganó un Goya. Cuando yo escuché esa rumba, empecé a escuchar toda la música de La Casa Azul y me hice superfan.

Entonces, yo no no estaba en Elefant ni había comenzado mi carrera en solitario como cantante ni nada, o sea era de mi grupo favorito cuando era jovencita. Luego resulta que voy a Elefant Records, que es mi sello y son mis managers, Luis y Montse, y me encuentro con que La Casa Azul también pertenece al sello y nos encargan para el programa Cachitos una versión No pensar en ti de Carlos Berlanga. 

Guille le pide que haga esta versión para que yo la cante y ahí es donde surge ese primer encuentro, en el que creo que hubo una especie de flechazo artístico: nos entendimos muy bien y consideramos que teníamos que seguir profundizando en esa energía que habíamos experimentado en No pensar en ti. De ahí ya salió el dueto de Vamos a olvidar y decidimos hacer un disco.

En ese Vamos a olvidar se escuchan también los coros de Las Negris, con la voz de Guille… Una mezcla de sonidos entre lo latino, la electrónica y el flamenco.

Ahí surge la inspiración de la cumbia, pero al mismo tiempo de la rumba, que son dos nexos de unión entre Guille y yo. La rumba es lo que nos une y ahí empezamos a experimentar con la cumbia, esas voces de Las Negris, que le dan la personalidad flamenca de ‘la casa Morente’, y esa idea de juntarse dos amigos para olvidar un poco aquello que nos amarga porque vivimos en una sociedad y en unos momentos muy convulsos.

También hay que dar paso a esas reuniones, esas celebraciones, esos encuentros entre los amigos y hablar de lo que nos pasa, pero también un poco evadirse y pasárselo bien. Esta canción fue germen: ahí está la cumbia, está la rumba, están Las Negris, está la voz de Guille, está la mía y el discurso así que es muy pop también.

Tiene mucho de raíz flamenca eso de reunirse a celebrar y a crear.

Eso es, ese ambiente de celebración, ese ambiente de juntarse y bailar. Ese es el espíritu del disco y de la música pop, dancehall o yo no sé cómo etiquetar la música de Guille porque es muy amplia, pero sí que esa idea de vamos a juntarnos para bailar desde la cumbia, la colombiana, la rumba, el jungle, el dub, el reggae… Tiene tantas influencias el disco y todas enfocadas a eso: a evadirte un poco de lo terrenal y de lo problemático. La rave también, que culturamente es eso, una huida de lo convencional y gente que se junta, como en una romería, tiene todo este espíritu.

Otro tema que marca el disco es ese Gitana María, ¿cómo mezclasteis ese canto popular del Sacromonte con el breakbeat que también ha marcado tanto la Andalucía de los 90?

En esa canción se explica muy bien el discurso de Sirio B, su personalidad y su identidad. Por una parte, está esa especie de invocación a la Virgen, pero que al mismo tiempo es un canto de encuentro conmigo misma, de encuentro con el personaje, que se encuentra consigo mismo y está cantando, invocando a la Virgen María, al Cristo del Consuelo. Son imágenes religiosas, pero al mismo tiempo es algo como muy subjetivo, porque se está cantando musicalmente desde una rave.

Las dos cosas coinciden: lo sagrado con lo laico, el presente con lo futurista y el flamenco con la cultura de la música techno. Me pareció muy interesante utilizar o inspirarme en la simbología poética religiosa de la cultura popular andaluza y llevarla también a la manera de escribir pop, sobre todo en la estructuras de las estrofas y el estribillo es una salve gitana.

Esto surge un día del Cristo de los Gitanos en Granada [Miércoles Santo]: estoy viendo esa procesión, estoy justo en el proceso de creación de Sirio B, y fui al Sacromonte con mi familia. Entonces, me llamó muchísimo la atención esa celebración donde juntan al Cristo de los Gitanos y a la Virgen del Consuelo y empiezan a cantar esta canción. Al final, era como una rave también y pensé que estos dos mundos son lo mismo y me gustaría aunarlos y unirlos en una canción. Se lo canté y se lo conté a Guille y salió Gitana María.

“Me llamó muchísimo la atención esa celebración donde juntan al Cristo de los Gitanos y a la Virgen del Consuelo y empiezan a cantar esta canción. Al final, era como una rave también”

Son muchos los proyectos que están apostando por dar un mensaje distinto, laico o no, desde la religiosidad popular, ¿estamos faltos de esa espiritualidad aunque no sea religiosa, también desde la electrónica?

Sí, creo que sí, absolutamente. Por ejemplo, Gitana María es un grito de autosalvación y de salvación de los demás, es como acudir a lo sagrado para salvarnos y traérnoslo a la tierra. Sí, estamos faltos de esa dimensión espiritual que creo que todos necesitamos y que nos hemos confundido yendo en una dirección errónea para el cultivo del espíritu y del alma. Si no lo hacemos crecer, no lo aliviamos, sino que le echamos peso encima… Creo que la parte espiritual es fundamental en el ser humano.

¿Y crees que influye en este sentido la creación, en la vía artística y demás, la inmediatez de la industria? Esa continua producción de singles, colaboraciones, discos, giras…

Por supuesto, esta manera que tenemos de vivir en esta sociedad influye directamente no solo en la inspiración, sino también en la salud. La intuición y la inspiración, que son dos conceptos que me fascinan y son mis dos herramientas de trabajo, se ven afectadas por este ritmo frenético, por este sistema opresor que no nos deja respirar ni nos deja tiempo para cultivarnos: para leer, para procesar lo que se lee, realmente interiorizarlo y poder tener un pensamiento crítico, que creo que es fundamental en el artista.

Nuestra labor es crear pensamiento y transmitirlo y esta dinámica no nos favorece, entonces hay que resistir y la única manera es encontrándote contigo mismo y cultivando, enriqueciéndote por dentro.

¿Cómo ha sido el ponerte en la piel de tu padre, Enrique Morente, recitando ese Omega de Lorca?

De las cosas más especiales y mágicas que me han pasado en mi carrera es Mercurio y Seda. El disco tiene mucho de esto que estamos hablando, de invocación a lo sagrado, a lo místico. Tiene mucho de conjuro, de misterio, de las estrellas y su simbología, del cosmos, y parece que todo esto ha tenido su resultado. Mercurio y Seda fue la última canción que hicimos y toda esa energía de invocación al más allá se ha materializado en esa colaboración. Me hubiese encantado que hubiese sido en vida, pero de alguna manera, ha surgido de manera muy natural. 

Guille me dio una sorpresa preciosa. Teníamos la canción ya cantada y hecha la estructura y tal, nos faltaba la colaboración de alguien, no sabíamos muy bien quién. Yo me fui a descansar al hotel y, a la mañana siguiente, Guille había traído la voz de mi padre; además con ese mercurio y esa seda, que es el germen del disco Omega, que ha sido tan importante para tantos.

Todo lo contrario de lo que tanto se habla de Mercurio retrógrado…

Totalmente. Además, esa asociación que hace Federico García Lorca del mercurio y la seda, te paras a pensar y es como la parte de la vida dura y la parte de la vida suave, la luminosa y la oscura. Que esté eso ahí me parecía interesante y además de una manera no buscada, sino muy intuitiva y muy natural.

 

Imagen de Soleá Morente para su disco ‘Sirio B’.Neelam Khan Vela

En los últimos años se ha puesto sobre la mesa la vida y obra de Federico García Lorca, desde un punto de vista cultural y político. Como filóloga, artista y granadina, ¿cómo estás viendo este nuevo acercamiento a su figura?

Es verdad que Federico siempre ha estado de moda, es el más moderno de todos. Creo que es tan difícil definir la poesía, la obra y la persona de Federico… Para mí es alguien muy muy muy cercano, igual que para el mundo entero, pero mi padre ha sido un gran especialista en la obra lorquiana, ha musicado muchísima poesía y también piezas teatrales.

Todo lo que está ocurriendo con Federico, por supuesto, es positivo. Es un símbolo de nuestra cultura, que dice muchas cosas, no solo con la obra, como decíamos, sino también con su persona y con lo que hicieron con él. Que lo reivindiquemos, lo pongamos de manifiesto, nos sintamos identificados con él en estos tiempos tan opresores como hablábamos creo que es fundamental.

Por mucho que sea una figura del siglo pasado, ponernos en la boca, en la voz, en el alma, en el corazón, en los versos de Federico y seguir reivindicándole, creo que es lo mejor que le puede pasar a la humanidad.

“[Lorca] Es un símbolo de nuestra cultura, que dice muchas cosas, no solo con la obra, como decíamos, sino también con su persona y con lo que hicieron con él”

Los Planetas, todos los Morente, Lori Meyers, Lola Índigo, Lagartija Nick, Miguel Ríos, La Plazuela… ¿Qué hay en Granada para que nazcan tantos artistas?

Creo que es una tierra donde han convivido culturas diferentes, la árabe, la cristiana… y todo ese todo ese pozo de mezcolanza de religiones, de culturas, es importante, porque yo creo que la revolución viene de ahí, de la mezcla de culturas. Tiene una belleza que es especial, un brillo único, un olor que tú entras a Granada y ya te transmite algo especial y te coloca en un lugar muy inspirador. Tiene la Alhambra, el mar, la sierra… Toda esa mezcla cultural sigue muy patente y se refleja en los artistas que quedan esa tierra.

Tiene el flamenco, tiene el rock, tiene el indie, no sé, tiene el trap, hay muchísimos que han nacido de Granada, como la Zowi, Young Beef, Khaled… Por otra parte, toda la vertiente de los padres del indie, como Los Planetas, tiene a Lagartija Nick, otros pioneros del rock… Creo que es eso, que es un lugar donde han convivido diferentes culturas y sigue sucediendo así.

¿Es Madrid la capital del flamenco?

Bueno, creo que Madrid es el centro de nuestro país y que por aquí hay que pasar, lo reconozco también. Creo que Madrid es un lugar, como nuestra Nueva York, por así decirlo, y siempre están ocurriendo cosas, es un hervidero cultural y yo creo que a eso se refieren. Hay que pasar por aquí, es donde están los tablaos, por donde pasaron todos los grandísimos artistas que vinieron aquí para formarse. Estaban los cafés cantantes, los tablaos, los teatros…

Creo que en cada parte de España hay un lugar importante y no hay que desmerecer a Granada, a Sevilla, a Jaén, a León o a Soria. Todos los lugares son importantes, pero cada uno da lo suyo y sí es cierto que en Madrid confluyen todos, y yo creo que eso es a lo que se refieren cuando decimos que es cuna del flamenco.

Ahora se está reivindicando toda la música de raíz, el folclore de distintas partes de España o géneros como la copla, ¿crees que se puede desvincular así de lo rancio o de estar asociado al régimen franquista?

La música popular o el flamenco, la copla, por ejemplo, no tiene la culpa de la ideología política. Claro que la copla es una parte de nuestra cultura interesante, hay coplas preciosas que nos han marcado muchísimo en nuestra infancia y han formado parte de la cultura de nuestras abuelas y abuelos. Sí hay partes de la cultura popular que sí se asocian con esto que estabas diciendo tú, al régimen de franquistas de aquel momento y no tienen la culpa para nada.

El arte no tiene la culpa de cómo el ser humano lo puede utilizar en contra del propio ser humano. Entonces este movimiento que hay ahora de recuperar las tradiciones populares y liberarlas de ideologías políticas creo que es fundamental y es bueno.

“El arte no tiene la culpa de cómo el ser humano lo puede utilizarlo en contra del propio ser humano”

¿Cómo se lleva la carga de llevar el apellido Morente sobre el escenario? ¿Hay muchas comparaciones o críticas?

Pues sí, todo a la vez, pero principalmente me quedo con que es una suerte del destino. Me considero una privilegiada por haber nacido en una familia tan fantástica y genial, de haber tenido un padre tan guay, ya no solo como genio de la música sino como persona. Por ejemplo, los valores humanos que tenía mi padre estaban a un nivel muy alto y creo que por eso su obra seguirá creciendo infinitamente.

Ahora estoy trabajando en la Fundación Enrique Morente como directora artística y como secretaria, y estoy teniendo un acercamiento a mi padre muy especial como seguidora y como fan, ya no como hija. Estoy alucinando con la dimensión de su pasado porque voy descubriendo muchísima obra inédita. Por ejemplo, hemos celebrado en Granada la unión de mi padre y la literatura a través del vínculo de Antonio Machado y Enrique Morente por el 150º aniversario de Machado y el 50º aniversario del disco Se hace camino al andar.

Me he puesto solo a estudiar esa relación Morente-Machado y he empezado a descubrir un montón de cosas, de cómo él empieza a musicar a Machado al principio, cómo no solo le pone música a él sino que también reivindica a Manuel, que ha sido tan denostado, y lo saca del juicio y del estigma porque supuestamente no tiene la culpa.

Es toda una suerte y un lujo poder ser hija de Enrique, no solo porque ha sido un carnet, un pasaporte hacia el escenario, que también lo ha sido, yo reconozco que si no hubiese sido hija de Enrique Morente, a lo mejor no me hubiesen escuchado o no hubiese tenido las ideas que tengo, también.

Pero ha habido mucha comparación, ha habido de todo, cosas buenas y malas. Me quedo con las buenas, pero es verdad que vivimos en una sociedad en la que se compara muchísimo, muy competitiva, y quizá la gente se cree que lo tengo más fácil por ser hija de Enrique y hermana de Estrella, pero no es así.

De hecho, se ha utilizado eso mucho para apartarme y decir a ‘como tú eres hija de Enrique Morente, te vas a esperar’, entonces te vamos a putear. Eso ha pasado y he aprendido de ello, no pasa nada y estoy por encima. De hecho, me ha hecho más grande y más fuerte seguir el camino por otros lugares menos competitivos, más a favor de la resistencia y del mensaje de la pureza cultural más que de la parafernalia.

De hecho, de toda la vida en el flamenco se ha pasado de padres a hijos.

Se cría en sagas. Exactamente, es un oficio que se va transmitiendo de generación en generación. Ya te digo, hay de todo y ahora estoy en un momento de madurez que puedo observar todo lo que ha ocurrido desde otro lugar y ya no me hiere tanto, ni me preocupa tanto porque lo que me interesa realmente es si mi obra le está sirviendo a alguien y, sobre todo, poder expresarme, poder contar lo que me pasa y poder denunciar de alguna manera las injusticias que veo en la sociedad en la que estoy viviendo. Eso es lo que más me interesa, más que ser portada de revistas superimportantes, eso no me interesa ya.

De pequeña a lo mejor me interesaba más o sufría un poco más cuando te quedas fuera de ciertas programaciones de festivales o de ciertas portadas de revistas. Ahora lo que me interesa es la literatura, la cultura y transmitir el legado de mi padre y mi propio mensaje con mi propia identidad.

Imagen de Soleá Morente para el disco ‘Sirio B’.Neelam Khan Vela

“Se ha utilizado mucho mi apellido para apartarme y decir ‘ah, como tú eres hija de Enrique Morente, te vas a esperar’, entonces te vamos a putear”

Con respecto a ese mensaje social, ¿hace falta que la música dé voz a las causas sociales?

Creo que es fundamental. Para mí, en mi casa y de donde vengo, es fundamental que el artista esté comprometido con lo que está ocurriendo en el momento en el que vive porque para eso estamos. Para eso es el arte, que va reflejando lo que va ocurriendo en la historia, entonces si está carente de mensaje también carece de importancia a la hora de adquirirlo. 

Eso no quiere decir que tengan que ser trabajos tristes, ligados a la negatividad o que transmitan una energía que no sea divertida. Creo que se puede jugar con las dos cosas, pero para mí el artista tiene que estar posicionado, más ahora con lo que con lo que está ocurriendo. A mí sinceramente los artistas que no se posicionan y que su mensaje o su música está carente del reflejo de la sociedad de su tiempo no me interesan.

De hecho, este año se ha puesto mucho el foco en los festivales del fondo proisraelí KKR, especialmente en los artistas, y han salido nombres como Zahara señalando que, por mucho que se esté en contra de la masacre del pueblo palestino por parte de Israel, hay artistas que no pueden hacer frente a lo que supone una cancelación.

Por supuesto, ahora mismo hay una liada muy gorda… Es como que se está confundiendo todo y a mí lo que más rabia me da es cómo el poder utiliza todo esto para confundirnos, para liarnos, para crearnos opresión y tensión a favor del poder, del dinero, que es el lema de nuestro sistema.

Con lo que dice Zahara, la entiendo y además es una tía que se posiciona mogollón y habla de todo lo que ocurre. Creo que hay que ser valiente, hay que posicionarse y también ser consecuente con lo que uno hace porque vienen tiempos difíciles y no hay que achantarse, eso nunca.

“Vivimos unos tiempos de censura como los tiempos de Franco ahora mismo”

¿Qué piensas de aquellos artistas de hace unos años que dicen que hoy en día ya no hay libertad de expresión de esto que ya no se puede decir nada?

Hay mucha censura maquillada de libertad, o de libertinaje mejor dicho, y es verdad. Sí que es difícil expresarte y lanzar un mensaje sincero, pero creo que hay que hacerlo. Vivimos unos tiempos de censura, pues como los tiempos de Franco ahora mismo, ¿no? Creo que lo importante es darse cuenta y no tener miedo, más que nunca ahora es cuando tenemos que echarle valor y poner encima de la mesa propuestas que sirvan y que ayuden a reflejar lo que está ocurriendo porque es una barbaridad cómo está el mundo en este momento, en nuestro país, fuera… 

Pero también tiene que quedar tiempo para la poesía, para el baile, para el romance, para la parte del cultivo del alma como hablábamos al principio, que creo que es fundamental, no dejarnos llevar por estos momentos tan convulsos. Creo que la clave está en tener un equilibrio y crearte tus propias patrias.

Estoy leyendo Nubosidad variable de Carmen Martín Gaite, me ha marcado muchísimo, me ha ayudado mucho y ese es el mensaje que a mí me interesa. Uno de los que ella transmite en ese libro es la escritura como patria individual donde crea su propio espacio que la salva, porque todo lo demás es Nubosidad variable. Ese es mi mensaje también.

¿Cómo está el flamenco en 2025? ¿Está viviendo uno de sus mejores momentos o se está desvirtuando como han dicho alguna vez los puristas?

Creo que el flamenco está en uno de sus mejores momentos. Siempre lo ha estado, es un arte vivo que ha ido expresando lo que ha ido ocurriendo en la historia de la humanidad y por eso tiene tanto poder y llega tanto. Por eso la gente se está dando cuenta del potencial de una parte de nuestra cultura tan increíble como es el flamenco. Está acercándose cada vez más a la gente joven y está en un momento magnífico, aunque creo que siempre lo ha estado.

Este proyecto nació de una colaboración en televisión, ¿falta música en la tele?

Hombre pues estaría bien que se aumentase un poco la programación musical en la tele y que se expandiese a más géneros, no solo a lo que todo el rato se ve.

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Esta nota fue proporcionada por una fuente externa a La Campesina. Debido a que no fue escrita por nuestros empleados ni nuestros afiliados, no garantizamos su veracidad ni exactitud. Recomendamos que cada persona realize su propia investigación para verificar el contenido de esta nota.

Written by: Huffington Post

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