Venezuela asegura que un "destructor" de EEUU abordó de manera "ilegal" a una embarcación

El Gobierno de Venezuela acusó este sábado a Estados Unidos de realizar un abordaje “ilegal” y “hostil” a una embarcación pesquera venezolana, incidente ocurrido en aguas internacionales. Según las autoridades venezolanas, el abordaje fue llevado a cabo por el destructor de la Armada estadounidense Jason Dunham, que estuvo “ocupando” la embarcación durante más de ocho horas.

“El día de ayer una embarcación de pesca atunera venezolana (…) fue de manera hostil abordada por una unidad de la Marina de guerra de los Estados Unidos, una unidad militar (…), el destructor Jason Dunham, matrícula DDG-109, equipado con importantes armas, misiles, hombres, efectivos militares con armas de guerra”, ha asegurado el canciller venezolano, Yván Gil, en un discurso transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).

Además, el Gobierno venezolano acusó a ciertos sectores políticos de Estados Unidos de intentar generar un conflicto para llevar a cabo lo que consideraron un “cambio de régimen” en Venezuela, en un acto que han calificado acto como “provocación”.

Cabe destacar que no hace mucho, en la misma zona del Caribe, las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo varias operaciones militares. En una de ellas llegó incluso a atacar a lo que consideró una narcolancha, en un incidente que resultó en la muerte de once personas.

El ministro de Defensa de Venezuela también señaló que este tipo de operaciones violan los derechos soberanos del país sobre su ZEE, que se extiende a 200 millas náuticas de sus costas. En la ZEE, Venezuela tiene jurisdicción exclusiva sobre la explotación de recursos naturales, como la pesca y el petróleo, y considera que cualquier incursión de un buque de guerra en estas aguas representa una violación directa de su soberanía.

La Zona Económica Exclusiva es un área marítima que se extiende hasta 200 millas náuticas desde la costa de un país y en la que este tiene derechos exclusivos sobre los recursos naturales. Aunque otros países pueden navegar por estas aguas, las acciones militares de terceros en esta zona están estrictamente reguladas y son consideradas una violación de la soberanía nacional.