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Un Poder Judicial roto ante el rey

todaySeptember 6, 2025 1

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El jefe del Estado encontró un Poder Judicial roto en su acto anual más importante. No hubo grandes desplantes entre los asistentes, pero la tensión se palpó en el salón de pasos perdidos del Tribunal Supremo y también en los pasillos aledaños. El Gobierno recibió una sonora reprimenda por parte de Isabel Perelló por sus críticas a determinados magistrados mientras que la silla vacía de Alberto Núñez Feijóo encontró sentimientos encontrados tanto dentro como fuera. “Me alegro de no estar allí”, se reafirmó el líder del PP.

La tensión política ya está también instalada en los cenáculos judiciales aunque el protocolo se cumpliera en presencia del rey. “Las formas en ningún momento se perdieron” pero la situación fue “extremadamente complicada”. La incomodidad en el Supremo fue palpable antes, durante y después del acto. Para empezar, porque una parte importante de la judicatura cree que Álvaro García Ortiz ya hace tiempo que tendría que haber dimitido como Fiscal General del Estado.

Fuentes del Tribunal Supremo apuntan a que, más pronto que tarde, García Ortiz tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados por revelación de secretos. Y el viernes se dio la circunstancia de que junto a él, en la misma sala, estaban Andrés Martínez Arrieta, el presidente de la sala segunda del Supremo, y el resto de magistrados de la misma. Y ellos son precisamente los encargados de enjuiciarle. Una decisión que, aseguran las fuentes consultadas por El HuffPost, es inminente.

El desplante del PP

La presencia de García Ortiz fue lo que propició que, por primera vez, Feijóo se ausentara de la cita judicial del año, provocando sentimientos encontrados en las filas populares. “¿Dejar solo al rey? Yo no lo veo”, contestaba un dirigente popular. “Veo que tiene muchos riesgos”, destacaba un presidente autonómico. Si bien, otros muchos en el partido lo aplaudieron: “¿Cómo vamos a avalar con nuestra presencia al fiscal general?”.

Públicamente, Isabel Díaz Ayuso dejó claro que respalda ese plantón. “Gracias por no normalizar lo que no es normal”, le dijo a Feijóo en el acto que protagonizaron juntos al mismo tiempo que se celebraba la apertura del año judicial. Escuchándoles también estuvo José Luis Martínez-Almeida, otro de los ausentes en el Supremo. El presidente del Senado, Pedro Rollán, adujo razones familiares para no acudir.

En Génova aseguran que la decisión de Feijóo fue meditada y calculada, trasladada a finales de julio al Supremo y avanzada también a la Casa Real. “No tenemos ninguna duda de que hemos hecho lo correcto. No podemos estar en un mismo foro con García Ortiz o Félix Bolaños, que ha asumido las críticas a los jueces de Sánchez”, justificaron fuentes oficiales. A juicio de Feijóo, el que ha hecho un feo a don Felipe es el Gobierno por no facilitar la marcha del actual jefe del Estado. El Gobierno le llamó “antisistema” y no dudó en reprocharle el plantón.

Entre la magistratura, el gesto de Feijóo también generó cierto desconcierto, incluso entre algunos conservadores. ¿El motivo? “Se puede venir, pero dejar claro que lo de García Ortiz no tiene un pase”. Es, de hecho, lo que hicieron los críticos a su continuidad tanto en las horas previas como en el propio acto. El fiscal general apenas cosechó el aplauso de los asistentes y hubo quien quiso hacer visible su malestar, como Javier Zaragoza y Consuelo Madrigal.

En los tradicionales corrillos, también se constató la brecha abierta en el seno de la cúpula judicial. Hubo quienes tacharon de “impresentables” las palabras de García Ortiz y otros que le vieron en su sitio. “Quedarse significa que la mentira no puede llegar a tumbar al fiscal”, en palabras de su entorno. Según las fuentes consultadas, no piensa tirar la toalla, ni ahora ni a medio plazo.

Perelló, más aplaudida

Perelló fue la otra gran protagonista. Tal y como avanzó este periódico, sondeó a los vocales del Consejo General del Poder Judicial antes de su crucial discurso. Y cumplió con las expectativas de lanzar una nítida reprimenda al Gobierno. Bolaños estaba sentado a su lado. “Resultan totalmente inoportunas y rechazables las insistentes descalificaciones a la Justicia”, denunció. “Los jueces no obedecemos órdenes de nadie”, sentenció, recibiendo más aplausos que el fiscal general.

Tal era el clima que, en la víspera, Zarzuela tuvo que aclarar lo obvio: que el lugar del rey estaba este viernes en el Supremo y que su figura está por encima de las refriegas políticas. “Esto ya solo lo arreglan unas elecciones y un tiempo nuevo, para que haya un reseteo. Lo vivido hoy es muy triste, incluida la ausencia de Feijóo. El Estado está viviendo momentos muy delicados y no está al margen ni la Justicia. Ya no hay cuestiones de Estado o actos institucionales, ya solo hay intereses partidistas”, según el resumen de un histórico dirigente político del PP. A su juicio, las elecciones de Castilla y León y Andalucía elevarán todavía más la crispación política.

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Esta nota fue proporcionada por una fuente externa a La Campesina. Debido a que no fue escrita por nuestros empleados ni nuestros afiliados, no garantizamos su veracidad ni exactitud. Recomendamos que cada persona realize su propia investigación para verificar el contenido de esta nota.

Written by: Huffington Post

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