La alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, anunció que se llevó a cabo una visita de verificación a “Rico Club“, ubicado en la Zona Rosa de la Ciudad de México, luego de que en redes sociales se denunciara la golpiza que sufrió un cliente del antro.
“Tras las múltiples denuncias por los hechos ocurridos en ‘Rico Club’, en coordinación con el INVEA realizamos una visita de verificación. El establecimiento se encontraba cerrado, por lo que se dejó un citatorio para el día de mañana”, publicó la edil en la noche del domingo.
“En Cuauhtémoc no hay tolerancia a la violencia”, añadió.
Los hechos que provocaron la inspección sucedieron durante el fin de semana cuando un grupo de personas atacó a un joven dentro del conocido antro LGBTIQ+ ante la vista e inacción de los elementos de seguridad del club.
En videos difundidos en redes sociales se puede ver el momento exacto de la agresión, durante la cual incluso puede apreciarse que un guardia impide que otra persona intervenga para ayudar a la víctima.
En otro clip aparece el joven visiblemente herido en una ambulancia de la Cruz Roja.
Por su parte, “Rico Club” emitió un comunicado en el que admite que la “riña entre clientes” no fue “atendida bajo los protocolos adecuados por parte del personal de seguridad”.
Asimismo, el antro anunció que despidió a los guardias, asumirá los gastos derivados de la agresión y reforzará sus medidas de seguridad.
Esta no es la primera historia de violencia en “Rico Club”.
Historial de agresiones
En 2022, Aristegui Noticias documentó la brutal agresión a un grupo de amigos ocurrida el 10 de julio de aquel año. Según la denuncia y testimonios recabados, personas que salieron bar golpearon a cuatro personas con piedras y una pala, resultando en narices rotas y heridas en la cabeza, además del robo de sus pertenencias, todo mientras les gritaban insultos homofóbicos.
El incidente, que se viralizó en redes sociales, destapó una serie de acusaciones previas contra el establecimiento ubicado en la Zona Rosa, que incluyen violencia y agresiones por parte del personal de seguridad; venta de drogas en los baños; suministro de bebidas adulteradas; acoso a clientes y despidos injustificados a empleados.
A raíz de la agresión, la Fiscalía de la Ciudad de México inició una carpeta de investigación y la entonces alcaldesa de la demarcación, Sandra Cuevas, se pronunció sobre el hecho.
Por su parte, “Rico Club” emitió comunicados en los que se deslindó de la agresión y se puso a disposición de las autoridades, aunque no abordó las otras acusaciones.
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