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Hay nombres que cuando se pronuncian provocan una reacción en todo el mundo, sea positiva o negativa. Son los nombres de aquellas personas que son muy conocidas, sean a nivel global o nacional, y de las que todos y todas tenemos una opinión, sea justa o injusta. Uno de esos nombres es el de Mar Flores.
Todo el mundo conoce a Mar Flores en España. Quizá a la gente más joven no le suene tanto, pero como es madre de Carlo Costanzia, y sobre todo suegra de Alejandra Rubio, hija de Terelu Campos, y tía de Laura Matamoros, eso le hace enganchar un poco a la generación que no recuerda su turbulenta vida en los años 90 del siglo XX.
Mar Flores lo fue todo en aquella época. Nacida en Madrid en 1969, su belleza y su altura le llevaron a trabajar como modelo en París y a codearse con top models de la época. Pero no fue ser maniquí lo que le llevaría a la fama, sino la televisión. Si su hermana, Marián Flores, tuvo una carrera televisiva efímera en el recordado Un, dos, tres… responda otra vez, ella pasó por VIP Noche junto a Emilio Aragón.
Mar Flores ante la prensa en 1997Getty Images
Se hizo famosa. Era guapa, tenía estilo y conquistaba a la cámara. Le fue bien y ganó dinero. En su vida personal también iban bien las cosas, o eso pensaba ella. Conoció a un italiano llamo Carlo Costanzia. Con 23 años ya era madre de un niño llamado Carlo, como su padre, nacido el 22 de mayo de 1992, y estaba casada. Sin embargo, su vida no tardó en convertirse en un infierno que ella misma detalla en su autobiografía, Mar en calma, publicada por la Esfera de los Libros el 10 de septiembre de 2025 y que ya fue una revolución antes de salir a las librerías.
Que Mar Flores haya contado cosas de cómo era su infancia o la vida con sus padres y sus hermanos en Madrid, donde su vida era gris, puede tener relevancia o interés para conocer los orígenes de la modelo, pero nada como lo que viene después, ya como adulta, y sobre todo en los años 90, cuando vivió las historias de amor que tan mediáticas fueron y que tanto sufrimiento le causaron.
De Carlo Costanzia se divorció en 1996 y tres décadas más tarde no ha podido olvidar todo el daño que le hizo. Es el que peor parado sale en su libro. Recuerda episodios de malos tratos, e incluso lamenta que cuando quiso denunciar animada por su hermana, no le hicieron caso. Y si eso fue horrible, también lo fue cuando cuenta que su exmarido se habría llevado a su hijo a Italia sin permiso. Estuvo desesperada y en esa desesperación aparecieron dos hombres que le ayudaron y que marcarían su vida. Uno para bien y el otro para mal.
Un importante empresario ya fallecido, Fernando Fernández Tapias, conoció a Mar Flores. En su libro, la exmodelo comenta que le ayudó con abogados y detectives, que siguieron una pista que le llegó. Pronto le encontraron. Y ahí apareció Alessandro Lequio, sobrino segundo del rey Juan Carlos y muy popular en España por su relación con Ana Obregón, con la que tuvo un hijo, el tristemente fallecido Aless Lequio. Lequio le dio el hilo del que tirar para encontrar a Carlo. “Por ello siempre le estaré agradecida”, señala Mar Flores, si bien luego ocurrieron cosas que oscurecieron ese primer buen recuerdo.
El empresario Fernando Fernandez Tapias.Europa Press
Este triángulo dio para mucho en la prensa de la época. Pero empecemos primero con Fefé, como llamaban a Fernández Tapias. En aquellos 90 él estaba casado de derecho, pero separado de hecho. ¿Dejó el empresario a su mujer por Mar Flores? Unos dicen que sí y otros que no. Cada uno que crea lo que parezca creer. La verdad la saben los protagonistas.
El caso es que surgió la chispa entre ellos y empezaron una relación. La entonces mujer de Fernández Tapias presentó el divorcio. El escándalo estaba servido. No sería el último. Lequio volvió a su vida y pese a que Fefé estaba enamorado, quizá ella no lo estaba tanto. El italiano también se enamoró de Mar Flores y ella a lo mejor no, pero sí le gustaba. Lequio, consciente de que la exmodelo seguía con Fefé, trató de dinamitar esa historia utilizando la fama de ambos. Y esto lo ha contado el propio Alessandro, que tras leer lo que Mar Flores decía de él, que es poco bueno, cargó contra ella acusándola ya no de mentir, sino de reinventar y de tener una creatividad desbordante.
Mar Flores y Alessandro Lequio.Getty Images
Para hacerlo ha resucitado un episodio, no el de la cama, que también, pero eso ya más adelante, sino su estratagema para lograr que Mar Flores se quedara soltera. Contó en Vamos a ver que él estuvo detrás de las fotos con Mar en Roma derrochando amor iluminados por una farola. Las hizo Miguel Temprano desde la casa de la madre de Lequio, Sandra Torlonia, grande de España y prima hermana del rey Juan Carlos, y aunque trató de que se las quedara ¡Hola!, esta revista les daba dinero para guardarlas. Al final sacaron 5 millones de pesetas (30.000 euros) de Diez Minutos. “2,5 millones para los fotógrafos y los otros 2,5 se los di a Mar Flores porque me los exigió”.
Adiós a Fefé, pero hola a Cayetano Martínez de Irujo. De él habla en el libro, pero bastante bien. El único problema era que una modelo, nacida en un barrio popular de Madrid, Usera, con una vida escandalosa, al menos para la prensa, no era santo de la devoción de la duquesa de Alba, que no la quería ni ver. Pero el conde de Salvatierra luchó por ella y logró que Mar Flores fuera invitada a la boda sevillana de Eugenia Martínez de Irujo en octubre de 1998. En esa boda hubo dos grandes protagonistas, y no fueron precisamente los novios, sino la propia Mar Flores y la madrina, Carmina Ordóñez. Doña Cayetana se acercó y le saludó, pero tampoco con demasiado interés. La aristócrata, que declaró que su hijo cambiaba de novia como de camisa, pasó por el aro, pero sonreiría poco después. En su momento mucho se habló de una historia que el libro ha vuelto a traer a la actualidad.
Mar Flores y Cayetano Martínez de Irujo durante su relación
Hubo quien no quería que la relación prosperara, o que quería hacer daño a Mar Flores, o sacar dinero, o todo. La alegría de Mar y el verse como futura condesa no duró mucho. En 1999 llegó el escándalo de los escándalos al publicarse en Interviú unas fotos de Mar Flores y Lequio en la cama. Esas fotos se las hicieron ellos mismos cuando estaban juntos y las copias parece ser que las tenían Kiko Matamoros, excuñado de Mar Flores y su entonces representante. También Miguel Temprano y el propio Lequio. Se le acusó a él, pero el aristócrata se ha defendido comentando que él tenía otra vida y que ya no ganaba nada con esto. Ya había conocido a María Palacios, con la que se casó posteriormente y tienen una hija.
A Mar Flores esto le colocó en el ojo del huracán, fue criticada, humillada públicamente y perdió a Cayetano. El escándalo acabó con su relación y la duquesa de Alba, encantada. Lo pasó mal, tan mal que acabó ingresada en la UCI: “Yo solo quería dormir. Sentía que no podía seguir causando tantísimo dolor a mi familia. No pude más. Creía que no merecía seguir viviendo. Quería dormir y dormir y despertar cuando todo esto hubiese pasado. Pero no calculé bien. No quería irme, tenía un hijo y era mis responsabilidad. Solo quería dormir”, contó ellas.
Afortunadamente lo superó. En octubre de 2001 se casó con el empresario Javier Merino, con el que tuvo otros cuatro hijos, Mauro, Beltrán, Bruno y Darío. La pareja se separó en 2016, aunque siempre han tenido buena relación. En los últimos años fue noticia por una relación intermitente con otro millonario, Elías Sacal, y por su hijo mayor, detenido y encarcelado por estafa agravada. Carlo Costanzia fue actor ocasional, como su madre, que participó en la serie Canguros y protagonizó la película Resultado final, pero obtuvo más fama contando su triste infancia y adolescencia en televisión, y sobre todo por su relación con Alejandra Rubio, con la que tuvo un hijo.
Mar Flores y Javier Merino en un evento en Baqueira Beret en 2014Gtres
En un asombroso giro de los acontecimientos, dos grandes de la prensa rosa de España, cada una en su estilo, Mar Flores y Terelu Campos, se convirtieron en consuegras y comparten nieto. Curiosamente, Terelu es muy amiga de Nuria González, la última esposa de Fernando Fernández Tapias.
Y con Nuria hubo problemas. Mar Flores fue la que presentó a Fefé y Nuria González. Esa amistad se acabó porque al parecer, González sentía inseguridad por la presencia de Mar Flores: “Si su marido había decidido ser mi amigo, nada tenía que temer. Pero ella no lo entendió, y a la tercera cena en su casa no me volvió a invitar más. Y lo respeté”.
Fernando Fernández Tapias y Nuria GonzálezEuropa Press via Getty Images
Volviendo a Terelu Campos, y aunque Mar Flores ha optado en general por una discreción de que la hija de María Teresa Campos carece, rota por una biografía con la que quiere contar su verdad y ajustar cuentas, ha sido dura con ella. Lo fue en un encuentro de Mar Flores con una serie de periodistas, entre ellas María Patiño, que desveló en el programa No somos nadie. Le preguntó que si no guarda rencor a los hombres que le hicieron daño, por qué se lo guarda a Terelu Campos.
“Hay cosas que no entenderé nunca y es el apoyo de ciertas mujeres para destruir a otras. Todo el mundo sabe que Terelu Campos en su día defendió a capa y espada a Nuria González, mujer de Fernández Tapias, pero Terelu, en ese momento, se unió a esa guerra para hacer daño a otra mujer, que soy yo“, expresó Mar Flores.
Alejandra Rubio y Carlo Costanzia con Terelu Campos, de vacaciones en Málaga en verano de 2025.GTRES
Ahora eso quedó en cierto modo a un lado al convertirse en consuegras. Al saber que esperaban un nieto, Mar Flores envió a Terelu una carta y una flor de Pascua. Un detalle, pero eso no quiere decir que haya olvidado todo lo que ocurrió. Además, lanzó un dardo a la suegra de su hijo al comentar que ella misma había hecho daño a dos mujeres y las llamó para pedirles perdón. Terelu Campos no lo hizo con ella.
Y así, Mar Flores se libera con Mar en calma, y en su afán por contar su verdad ha removido historias de un pasado que parecía olvidado y que afecta a personajes tan mediáticos como Alessandro Lequio, Cayetano Martínez de Irujo o Terelu Campos. La celebrity no es amiga de hablar mucho, pero con su libro se ha quedado a gusto.
Written by: Huffington Post
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