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Julia de León, la astrofísica encargada de controlar los asteroides: "Cada vez vamos a detectar más y hay que prepararse"

todayMarch 8, 2025 4

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Las miradas al cielo en estas últimas semanas no han cesado. El 27 de diciembre fue cuando el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) notificó de la existencia de un asteroide, el 2024 YR4, que desde entonces ha estado en boca de todos por el aumento de las probabilidades de que se estrellara contra la Tierra en 2032. 

Este cuerpo celeste, del que se estima que tenga un tamaño de entre 40 y 90 metros, llegó a acumular un 3,1% de probabilidades de impacto. Y con este crecimiento paulatino, la atención mediática se fue incrementando al mismo ritmo, especialmente cuando la ONU activó el Protocolo de Seguridad Planetaria el 5 de febrero. 

Sin embargo, tal y como esperaban los especialistas encargados en seguir su evolución, la alarma se desactivó. Fue el 20 de febrero cuando gracias a nuevas observaciones las probabilidades de impacto descendieron hasta prácticamente dejar el riesgo a prácticamente 0, que es como se encuentra. 

Desde Canarias ha sido la astrofísica e investigadora del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Julia de León la que ha estado pendiente de la evolución de la órbita del asteroide. Ella comprende la atención mediática que ha protagonizado el cuerpo celeste, pero tranquiliza mandando un mensaje de calma. 

“No ha sido una situación de peligro, ni incluso cuando estaba más alta la probabilidad, que incluso ahí era muy baja. Entiendo que haya congregado esta atención mediática porque ha sido un hecho histórico que la ONU activara por primera vez el protocolo de Seguridad Planetaria y sí, ha sido una reacción totalmente justificada al ser algo importante e histórico”, afirma la astrofísica de 48 años, que se encarga de estudiar la composición de los asteroides gracias al Gran Telescopio Canarias de La Palma, que con sus 10,4 metros es el mayor telescopio óptico infrarrojo del mundo, algo que no duda en reivindicar en todo momento. 

La tinerfeña, que también ha sido nombrada como punto de contacto en España, de la Agencia Espacial Europea de Defensa Planetaria, avanza de que hay que estar preparados para leer este tipo de noticias porque “en el futuro pasará más veces”. 

Julia de León trabajando en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).Julia de León

“Venimos diciendo que hay muchísimos asteroides, pero tenemos que completar el censo en un determinado rango de tamaño porque no los hemos descubierto todos. Cada vez hay más telescopios escaneando el cielo y, por lo tanto, cada vez vamos a detectar más, es así y hay que prepararse“, explica De León, que ha estado durante todas estas semanas tranquilizando a la población.

Los asteroides que se aproximan a la Tierra, detalla la especialista, proceden de una gran reserva que hay entre Marte y Júpiter que se llama Cinturón de asteroides. Gracias a la gravedad de Júpiter estos interaccionan con algunos puntos de este cinturón y crean zonas de inestabilidad orbital: “Entonces, cuando las piedras se acercan a estas regiones, salen disparadas, aumenta su excentricidad, su órbita ya no es tan circular, sino que se vuelve muy elíptica, y eso hace que se acerque a la Tierra”.

Actualmente, en la página de la ESA hay un listado con 1.756 asteroides registrados con riesgo de impacto y la cifra va a aumentar cuando empieza a operar el telescopio Large Synoptic Survey Telescope (LSST), de 8,4 metros. 

“Creemos que no tenemos ni la mitad de los objetos identificados entre 100 metros y un kilómetro, que son los que nos faltan y los que pueden hacer daños considerables. Por encima del kilómetro ya están todos catalogados e identificados y no hay peligro, pero por debajo del kilómetro falta mucho por detectar principalmente porque como son pequeños solo es posible verlos cuando están cerca de la Tierra”, describe la tinerfeña.

Sin opciones de que vuelva a aumentar la probabilidad 

“No, no va a remontar y a volver a incrementarse las probabilidades de impacto. Eso es con seguridad porque hay las suficientes medidas como para que no suba otra vez”. Así de tajante es De León al ser preguntada si puede cambiar su trayectoria y acabar impactando con la Tierra.

La astrofísica canaria señala que el hecho de que se mantenga por encima del 1% había sido “un poco la novedad”, pero que al seguir observándolo y tener más datos fue cuando comenzó a bajar. “Necesitábamos medidas de telescopios más grandes porque se estaba alejando y estaba débil“, apunta. 

Ella explica cómo es el proceso de documentar uno de estos cuerpos celestes: “Normalmente cuando uno identifica un asteroide nuevo lo que hace es calcular sus medidas, que son unos pocos puntitos en una órbita muy grande alrededor del Sol. Al principio tienes mucha incertidumbre, pero con eso ya estimas una órbita asumiendo una serie de parámetros y lo que haces es que lo proyectas a futuro. Entonces muchísimas veces nos salen unas probabilidades de impacto muy altas, pero con unas incertidumbres muy altas. A medida que tú vas añadiendo medidas y datos, tu ajuste va a ser mejor y vas a definir mucho mejor ese movimiento alrededor del Sol y ahí es cuando esas probabilidades caen a cero enseguida. No sueles tardar ni una semana“, relata.

“A medida añades datos es cuando las probabilidades caen a cero”

Según describe, con este asteroide sucedió que según iban añadiendo medidas y observaciones la probabilidad no bajaba y seguía por encima del 1% durante varias. “Ahí fue cuando se activó el protocolo, pero luego cuando se hizo un seguimiento con telescopios de gran apertura, es decir, con datos de muy buena calidad se vio que la tendencia empezaba a bajar y ya siguió bajando como es habitual hasta que ahora es casi de 0″, sentencia.

De hecho, este fin de semana van a observarlo con el telescopio James Webb de la NASA: “Es un instrumento que observa el infrarrojo térmico y con esas medidas ya vamos a poder hacer una estimación mucho más precisa”.

Además, también se va a utilizar este asteroide para ver cómo ha sido la coordinación a nivel internacional, las medidas que se han planteado, cómo ha sido la calidad de las mismas y se va a hacer un análisis de cómo ha sido todo el proceso para ver en lo que se puede mejorar. 

“Se está haciendo esfuerzos en la defensa planetaria”

De León comenta, a raíz de avisos como este, que se están desarrollando tecnologías de defensa planetaria para subsanar cualquier tipo de situación similar. De hecho, califica como de tiempo óptimo los siete años que distan hasta 2032 para que se produjera un avance significativo. 

“De aquí a ese 2032 es un periodo perfecto para que se desarrollen técnicas de desvío. Es lo suficientemente grande como para construir una nave que se pueda lanzar e impactar con el asteroide a una distancia grande de la Tierra y que, ese pequeño desvío, se traduzca en que no impacta finalmente”, detalla.

Apostilla que con la misión DART, que se probó en 2022, se vio que esta tecnología de defensa de la Tierra contra posibles peligros de asteroides o cometas es eficaz: “Construimos la nave para hacerla chocar y la perdimos completamente, pero ya tenemos números, que era lo importante de ese experimento. Sabemos qué somos capaces de hacer con esa nave de ese tamaño, de ese peso, con esa velocidad, a un asteroide de ese tamaño, etc”.

De momento, en 2028, De León volverá a ver la órbita del asteroide, pero hasta entonces seguirá siendo nuestros ojos para tener controlado todo lo que vuela en el espacio.  

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Esta nota fue proporcionada por una fuente externa a La Campesina. Debido a que no fue escrita por nuestros empleados ni nuestros afiliados, no garantizamos su veracidad ni exactitud. Recomendamos que cada persona realize su propia investigación para verificar el contenido de esta nota.

Written by: Huffington Post

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