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Deja una mala reseña en Airbnb y el anfitrión se venga con un vídeo: "¿Se lo envío a tu mujer?"

todayMarch 8, 2025 6

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Un hombre que salió decepcionado con su alojamiento en Airbnb ha afirmado que su anfitrión había despreciado a su huésped ante su esposa. Se trata de Shawn Mackey, que vive en Mississippi, quien tuvo una seria discusión con la anfitriona de Airbnb Pamela Fohler, tras dejar una mala crítica para el anfitrión en esta web de alojamientos. La cuestión es que la dueña de la vivienda le envió a su esposa una imagen de la cámara de vigilancia en la que salen Mackey y otra mujer, según han contado el Daily Beast y el New York Post, entre otros medios. Así que Mackey demandó a Fohler, acusándolo, entre otras cosas, de invasión de su privacidad y daño a su matrimonio.

Todo comenzó cuando Mackey alquiló una casa Airbnb de tres habitaciones y dos baños en Memphis, Estados Unidos, con amigos durante un fin de semana en septiembre de 2022. En un princpio se suponía que habría cuatro personas alojadas en total. Pero, en sus mensajes a su anfitrión, Mackey dijo que estaba invitando a más personas a cenar, pero que no se quedarían a pasar la noche. Sin embargo, Fohler le pidió a Mackey que registrara a todos los huéspedes, incluso si no iban a pasar la noche, a lo que Mackey accedió. Hasta ese momento todo iba bien.

Pero en su correo electrónico de confirmación, Fohler también enumeró las reglas de la casa: no fumar ni cigarrillos electrónicos, no hacer ruido excesivo, no recibir invitados locales, no estacionar frente a las puertas del garaje o en el lado derecho de la entrada, no se permiten vidrios, alimentos, bebidas ni orinar en la piscina y no nadar desnudo. Se aplicará una multa de unos 500 euros si se llama a la policía por cualquier motivo y una multa de unos 250 euros y la cancelación del alojamiento si hay huéspedes adicionales presentes.

En el correo electrónico también se advertía que las cámaras de seguridad graban constantemente afuera de la casa y se utilizan para confirmar el número de huéspedes, los niveles de ruido y otras perturbaciones. Unas horas después de llegar a la propiedad, Mackey le envió a Fohler una lista actualizada de invitados, que tenía nueve nombres, pero mencionaba algunos más que podrían asistir. Sin embargo, el hombre señaló que sólo cuatro o cinco personas se quedarían a pasar la noche.

Minutos después, Fohler anunció que solo se permitían ocho huéspedes en la casa y que los huéspedes adicionales incurrirían en un cargo adicional de acuerdo con las reglas de Airbnb, independientemente de que pasaran la noche o no. También le recordó a Mackey que no se permiten fiestas. Y, más tarde, Fohler volvió a enviar un mensaje instando a Mackey a agregar a los huéspedes a la reserva de Airbnb inmediatamente o decirles que se fueran. 

En la demanda de 22 páginas presentada posteriomente por el propietario del Airbnb, éste afirmaba que había recibido quejas por disturbios y gritos y que 20 minutos después de recibirlas, Fohler le pidió a Mackey que abandonara el lugar por violar las reglas. Pero, ante el tribunal, Mackey ha rechazado las afirmaciones de Fohler por considerarlas infundadas. Además Mackey no tenía otro lugar adonde ir, por lo que llamó a Mackey para pedirle quedarse en la casa, a lo que parece ser que accedió si se iba al día siguiente. Cosa que hizo.

Según la demanda, Mackey dice que pensó que los problemas se habían resuelto y que se basaban en un malentendido. Sin embargo, el hombre dejó una reseña negativa de su estancia en la web de Airbnb y solicitó un reembolso parcial de , que no fue aceptado.

Mackey instó a la compañía a obtener imágenes de cámaras de seguridad, que según él demostrarían la falsedad de las afirmaciones de Fohler. Y, unos días después, la casera, Fohler, le envió un mensaje a Mackey diciendo que las imágenes de la cámara de seguridad de las 3:16 a.m. eran particularmente interesantes. “¿Le envío las fotos y los vídeos a Teresa [la esposa de Mackey] o lo haces tú?”, decía el mensaje.

Fohler también dijo que publicaría los videos en YouTube porque eran “demasiado grandes” para mensajes de texto. En la foto adjunta al mensaje, Mackey estaba con una mujer que no era su esposa en la casa de Airbnb de Fohler.

Un par de días después, Mackey recibió una factura de Airbnb por 884 euros, que incluía multas por huéspedes adicionales, violación de dos reglas de la casa (no se permiten huéspedes locales y no se permite ruido excesivo) y una tarifa adicional por moderar su evaluación negativa.

Mackey se negó a pagar y entonces el propietario envió a su esposa las imágenes en la que aparecía junto a otra mujer, aunque ante el tribunal ha negado que lo hiciera. “El matrimonio del demandante se ha visto afectado por ello”, afirma la demanda. 

Ahora Mackey ha pedido una indemnización por daños y perjuicios en su demanda, así como una orden judicial que impida un comportamiento similar contra otros clientes de Airbnb. Por su parte Airbnb que, según el inquilino se ha puesto de perfil en este caso, busca ahora un acuerdo entre las partes, mientras que Fohler pretende desestimar la demanda. 

El culebrón tiene pinta de que la invasión de la intimidad del inquilino al mandar el vídeo sobre su vida personal podría tener más fuerza que los ruidos que hiciera durante su estancia. Veremos cómo acaba la historia.

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Esta nota fue proporcionada por una fuente externa a La Campesina. Debido a que no fue escrita por nuestros empleados ni nuestros afiliados, no garantizamos su veracidad ni exactitud. Recomendamos que cada persona realize su propia investigación para verificar el contenido de esta nota.

Written by: Huffington Post

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